Las copas se están llenando de nuevas burbujas. Sin alcohol, pero con la misma complejidad y elegancia de un espumante, los sparkling tea se han convertido en la bebida elegida por quienes buscan experiencias sensoriales más sutiles y conscientes. Nacidos de la fusión entre el mundo del té y el del vino natural, estos productos abren una nueva categoría que se expande rápidamente.
De hecho, en el lujoso hotel Shangri-La de Hong Kong, los tés espumosos ya son un hecho. Allí se le propone a los comensales una experiencia que rompe esquema con copas de burbujas finísimas y una frescura que muchos confundieron con champagne pero que en realidad es el té espumoso embotellado al estilo de los vinos de burbujas.
Su éxito fue tal que hoy es considerado el gran protagonista de la “revolución 0,0” en los maridajes gastronómicos, un movimiento que redefine la elegancia de brindar sin alcohol.

En Mendoza, la tendencia ya llegó de la mano del proyecto Mater Orbis, Joanna Foster y Martín Russo elaboran Tiger Tea, una bebida fermentada natural, de bajo contenido alcohólico, que se presenta con su estilo Pét Nat Tea. Con un perfil aromático versátil, este té se transformó en el aliado perfecto para acompañar momentos de disfrute.
Entre el té y el vino: una nueva forma de fermentar
El té tiene todo lo necesario para convertirse en la base ideal de una bebida fermentada: taninos, fenoles, complejidad aromática y los nutrientes que permiten una fermentación estable. A diferencia de los mostos de fruta -más ricos en azúcares y difíciles de controlar-, el té requiere un endulzante para iniciar la fermentación, lo que permite manejar con precisión el proceso y el resultado final.
En Tiger Tea, el té verde se combina con yerba mate de Misiones, mandarina y azúcar orgánica, priorizando la estructura, el aroma y el sabor del mate. “Podríamos usar todo tipo de tés o infusiones, pero el verde equilibra bien la intensidad de la yerba y deja una textura fresca, con cuerpo y elegancia, esa fue nuestra búsqueda”, cuenta Martín.
Sparkling tea vs kombucha: una cuestión de burbujas (y de código)
Aunque comparten base y filosofía, los sparkling tea y las kombuchas no son exactamente lo mismo. De hecho, muchos tés espumosos nacen de kombuchas que no pueden ser registradas como tales según el Código Alimentario Argentino.

La diferencia más evidente está en la presentación: se embotella en formato de 750 ml, igual que un espumante, invitando al ritual de abrirlo y compartirlo. Pero la mayor particularidad está en su fermentación dentro de la botella, lo que genera una carbonatación natural -algo que la normativa actual prohíbe en la categoría kombucha-.
El resultado es una bebida naturalmente gasificada, sin conservantes ni aditivos, que envejece al menos seis meses antes de salir al mercado. Este añejamiento permite que la burbuja se afine y que surjan nuevas capas de aroma y textura, acercándose más a un vino pet nat que a una kombucha tradicional.

Otro diferencial es el uso de hidrolato de mandarina, obtenido al destilar sus cáscaras en agua. Este ingrediente se suma en la fracción final y aporta una nariz cítrica y delicada que reemplaza el perfil acético habitual de la kombucha.
Tiger Tea, una filosofía natural
El proyecto Mater Orbis nace del universo de Joanna Foster, también creadora de vinos naturales, y comparte la misma filosofía: intervenir lo menos posible y utilizar materia prima de alta calidad. “No negamos la fermentación alcohólica, pero buscamos otras fermentaciones que también generen complejidad”, explican.

El proceso es completamente natural: infusión, azúcar orgánica, inoculación con kombucha madre y un acidificador hecho con kombucha añejada y oxidada que corrige pH y densidad de forma orgánica, siempre y cuando sea necesaria la corrección. El resultado es una bebida viva, sin filtrar ni clarificar, con un leve velo que recuerda que la naturaleza sigue activa dentro de cada botella.
Su nombre, Tiger Tea, es un homenaje al gato Tiger, el alma blanca y naranja de Animal House, donde funciona Mater Orbis. Él se acerca a cada visitante a saludar y con esta etiqueta se refleja la calidez y el espíritu artesanal del proyecto.
Nuevos rituales de disfrute a base de té
El auge de los sparkling tea se inscribe dentro de una tendencia global hacia el consumo consciente, donde la elegancia y el disfrute ya no dependen del alcohol. Su perfil versátil los hace ideales para maridar con comidas ligeras, vegetales, pescados o postres cítricos, pero también para acompañar momentos de relax o conversación.
Los sparkling tea, como el Tiger Tea mendocino, llegan para quedarse: una copa donde el té, la naturaleza y las burbujas se encuentran para reinventar la manera de brindar.









