Felipe Vallesi es mendocino, miembro de una familia de músicos renombrados en la provincia, que se recibió con honores nada menos que en el Berklee College of Music de Boston. Hoy trabaja en Los Angeles para maestros como Gustavo Santaolalla y Gustavo Borner.
¿Cómo aterrizaste en Los Ángeles?
Berklee tiene una gran comunidad aquí. Es el lugar a donde la mayoría llega después de estudiar en Berklee porque básicamente el mundo del espectáculo, del entretenimiento, la música y el cine está enfocado en Los Ángeles.
Primero pensé en ir a Miami porque me encanta la música latina. Pero encontré oportunidades en Los Ángeles. Me aceptaron en Igloo Music, el estudio de Gustavo Borner, productor muy importante argentino que ha producido a Los enanitos Verdes, a Fito Páez, a La Renga, a Calamaro. Igloo Music hizo trabajos para A Star Was Born, Color Purple, A Complete Unknown y La la la, entre otras.
¿Qué rol tuviste en el estudio?
Empecé a trabajar como runner, que sería el nombre lindo que le ponen al che Pibe.
El estudio se enfoca en la grabación de voces para películas, para animaciones, para videojuegos, propaganda, publicidades, trabajan con Netflix, con Disney. Yo era el que le abría la puerta, les servía café y charlaba un poco.
Conocí a gente como Timothée Chalamet que un día fue a grabar para su interpretación de Bob Dylan en la película A Complete Unknown. La verdad que estuvo increíble. Otro día estuve almorzando con los de La Renga porque fueron a ver una mezcla que estaba haciendo Gustavo. Todo el tiempo pasaban cosas muy copadas.
¿Recordás alguna anécdota?
El más copado es Timo a quien le abrí la puerta del estudio y le serví café. Nosotros tenemos un speech bastante formal para recibir a cada uno y tenemos que hacerle firmar unos papeles de confidencialidad, pero cuando llegó Timo, lo primero que me salió fue ¿qué onda, bro? Algo así como “hey, what’s up, man?” y lo hice pasar directo al estudio, por los nervios que tenía. También he visto a Emma Roberts y a Charlie Puth. En la Facultad, conocí a Natalia Lafourcade, y a Alan Silvestri, que fue el que compuso la música de Back to the Future.
Tengo una amiga, por ejemplo, que se encontró al director de Oppenheimer haciendo un senderito en la montaña. Eso es lo lindo de Los Ángeles, te encontrás a gente importante haciendo cosas de su vida diaria.
¿Cómo conociste a Santaolalla?
Después de mi paso por el estudio de Borner trabajé con Juan Lucky que en ese momento estaba haciendo un pitch para The Last of Us. La música del videojuego la compuso Gustavo Santaolalla, entonces ahí lo conozco a él y a Aníbal Kerpel (músico argentino). Ahora suelo hacer trabajos para Santaolalla, de hecho tengo un contrato con él que me permite trabajar en Los Angeles. También hago cosas para Aníbal y Juan cuando necesitan. Además tengo mis propios proyectos.
Contame qué es lo que más te apasiona, hacia dónde estás orientando tu carrera musical.
Yo estudié en Berklee Producción Musical, Ingeniería en Audio y además Composición para Cine, y me estoy enfocando en lo técnico.
¿También tocas el bandoneón?
Sí, y como no hay mucha gente que toque el bandoneón en Los Ángeles cuando quieren una textura, un sonido que el bandoneón les puede dar, me llaman y lo graban.

¿Y cómo es el proceso de composición musical para el cine?
Cuando se termina una película, o por lo menos el primer corte con la edición básica y se sabe dónde va a ir cada cosa, se lo envían al compositor. Entonces, el compositor y el director se juntan, miran la película y el director le va dando datos: acá quiero una música medio tenue que de ideas de drama, acá quiero acción, acá quiero tristeza. Esa es la forma clásica. También se puede hacer una maqueta con música ya existente para que el compositor se guíe y componga en base a esa maqueta. Las librerías de samples facilitan mucho el trabajo.
¿Cómo te llevas con la IA?
La inteligencia artificial ya genera música. Al contrario de tenerle miedo, me encanta, me apasiona. Estoy explorando porque antes de ir a Berklee, hice tres años de Ingeniería en Sistemas en la UTN y veo que hay muchas oportunidades en este campo.
Vos le pedís quiero una canción de rock que hable de mi perro salchicha y te la va a hacer en diez segundos.
Muchos tienen terror porque creen que va a reemplazar a los productores, pero todavía le falta porque si vos ponés un tema generado por IA en radio, te vas a dar cuenta que no tiene contenido humano, se nota que los sonidos están hechos por una computadora. Estoy tratando de orientar mi carrera un poco hacia eso. Estoy haciendo una diplomatura en data science como para empezar. Después me quiero meter en lo que es machine learning, como para ir entendiendo cómo funciona la inteligencia artificial y poder combinarla con la música. Tengo algunos proyectos para mejorar lo que te da la inteligencia artificial con el aporte humano.
Hay cuestionamientos sobre el uso de la IA, sobre todo en las artes.
Es una herramienta, y al contrario de reemplazarnos creo que potencia a los artistas, porque las tareas más básicas en las que uno perdía tiempo, ahora las puede hacer la inteligencia artificial y lo único que tenemos que hacer nosotros es sentarnos a escribir y crear. Cuando uno se estanca le puede pedir ideas a la inteligencia artificial para seguir, tomando esas ideas y embellecerlas, no necesariamente copiándolas.
Me interesa mucho el análisis musical que pueda hacer la inteligencia artificial. Alimentarla para que pueda comprender qué género es, qué emociones transmiten determinadas características auditivas y psicológicas y cómo el mismo oyente puede percibirlas. Quisiera lograr que la inteligencia artificial registre esta data.
¿Qué aportaría?
Mejoraría la estadística y podría generar información para la industria, porque básicamente la industria se maneja con números. Quieren saber qué canciones la pegaron más, y por qué la pegaron más esas canciones y no otras. Es decir qué tenían esos temas.
Toda esto me vuela la cabeza. Soy fanático de los números, de la información y de los datos. Quiero combinarlo con mi pasión por el arte y la música para poder generar herramientas. Parecen dos mundos contrapuestos, pero no, son compatibles.
Hay muchos mendocinos que se van a Los Ángeles, ¿por qué eligen este lugar?
Es bastante parecido a Mendoza, o sea, hay montañas, vino, y demás playa. California es un lugar muy lindo para vivir. Nueva York también es lindo, pero es muy ciudad y en el invierno te morís de frío, y en el verano de calor. En Boston, donde estudié, también te morís de frío y no hay mucho para hacer.
En Los Ángeles tenés playa, montaña, está Hollywood y la industria de la música. Pero también hay oportunidades para todo el mundo, para arquitectos, para abogados, para médicos, es una ciudad tan grande que tiene lugar para todos.
Es un lugar interesante para que el que está en la industria de la música o del cine pase en algún momento de su vida. Está todo acá, es increíble.