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She Said: el periodismo que abrió la puerta al #MeToo

Sin golpes bajos ni dramatismos morbosos, esta película se vuelve espacio de denuncia y memoria no solo desde lo que calla, sino también desde lo que se atreve a mostrar y decir.

Basada en los hechos reales que marcaron el inicio del movimiento #MeToo, este drama dirigido por Maria Schrader narra una investigación periodística clave. La película expone los abusos sexuales perpetrados por Harvey Weinstein, fundador de Miramax, y revela el entramado de silencio que durante décadas protegió a los más poderosos de la industria de Hollywood.

Un comienzo que habla a partir de lo que calla

El film comienza en Irlanda, en 1992. Una joven pasea con su perro cerca de la playa. Se topa con la enorme producción de una película de época, con barcos y soldados saliendo del mar. El equipo la invita a ser parte del rodaje, y ella observa, fascinada. Todo parece indicar que podría tener una prometedora carrera en la industria cinematográfica.

Años más tarde, la vemos corriendo por la calle al amanecer, llorando, con su ropa en la mano. Y eso es todo. La película no necesita ser más explícita que eso. Ya sabemos, por intuición y contexto, qué es lo que le pudo haber ocurrido: eso que se rumorea, eso que se calla, eso de lo que nadie se anima a hablar. 

Desde la primera escena, She Said (o «Ella dijo») instala una tensión que atraviesa todo el largometraje: el cine como fábrica de sueños… pero también como el escenario donde pueden gestarse las peores pesadillas. Un inicio contundente, que no necesita mostrar para incomodar.

Cuando alzar la voz incomoda, pero se vuelve necesario

La historia da un salto geográfico y temporal: Nueva York, 2014. Dos periodistas del New York Times, Megan Twohey y Jodi Kantor(interpretadas con sobriedad y sensibilidad por Carey Mulligan y Zoe Kazan), comienzan una investigación sobre denuncias de acoso laboral. Lo que empieza como una pequeña nota sobre este tema, pronto se convierte en una investigación sobre el trauma, la culpa, y el precio del silencio. Algunas víctimas aceptaron acuerdos legales para no hablar. Otras simplemente no pudieron hacerlo. El mayor obstáculo no es solo encontrar quien se anime a contar su historia, sino lograr que alguien la escuche y preste atención.

Silencio, pausa y escucha: la forma de narrar de la película

She Said es un thriller sereno, tranquilo, de ritmo pausado. No apela al golpe bajo ni a la reconstrucción explícita de estas historias. Maria Schrader dirige con sobriedad pero firmeza, confiando en la palabra, en las pausas y en los silencios. Si bien comparte el enfoque periodístico de Spotlight (otro gran film sobre cómo investigar lo que muchos prefieren no ver), She Said introduce una perspectiva diferente: dos mujeres que investigan la historia de otras mujeres, construyendo una red de cuidado, escucha y respeto.

Frente a otras películas que también abordaron casos de abuso en entornos de poder, esta se diferencia por no quedarse en el escándalo ni en la denuncia aislada. 

Si bien en cine siempre es mejor mostrar que decir, la directora Maria Schrader, evita los efectismos y golpes bajos: En lugar de recrear escenas de abuso, apuesta por una puesta en escena sobria, que confía en la palabra y en el testimonio de estas mujeres. Es un cine de escucha. Y eso, en este contexto, es también un acto de valentía.

She Said se encuentra disponible en Netflix. 

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