Egberto Gismonti, además de componer, interpreta magistralmente el piano y la guitarra. Es considerado uno de los compositores contemporáneos más destacados del mundo. Su obra recorre diversos estilos como la música popular brasileña, el jazz y la música académica, pero, además, posee una extraordinaria técnica y una marca propia al momento de interpretar un instrumento.
Gismonti nació y creció cerca de Río de Janeiro y forma parte de una familia con una gran tradición musical. Desde los cinco años, estudió piano y teoría y, luego, clarinete, flauta y, eventualmente, guitarra. Sus primeros maestros fueron Jacques Klein y Aurélio Silveira y se formó escuchando música tan dispar como la de Django Reinhardt y Jimi Hendrix.
Ya adolescente, asistió al conservatorio de Nova Friburgo, ganándose, a los veinte años, una beca para estudiar en el conservatorio de Viena. Sin embargo rechazó la beca, ya que le interesaba profundizar en el estudio de la música popular. En 1968, su composición «O Sonho», una pieza para orquesta, se presentó en el tercer Festival Internacional de la Canción (FIC), promovido por TV Record, por el grupo Os Três Morais. Esta obra, con su extraordinaria orquestación, provocó gran entusiasmo y fue grabada por dieciocho distintos artistas internacionales. Ese mismo año, viajó a París, donde estudió con grandes íconos de la música.
Su lenguaje musical se nutre de la vanguardia europea y la música brasileña, tanto popular como docta. Al finalizar su curso, Nadia Boulanger le recomendó que volviese a Brasil, e investigase su música porque, en Europa, ya estaba casi todo hecho y en Brasil había mucho por descubrir.
Su música tiene influencias diversas: de la música docta, como la del compositor brasileño Heitor Villa-Lobos, de la música popular y folclórica brasileña (como las batucadas, el choro, el bossa nova, el forró, el frevo el baião o el maracatú) del jazz (desde el bebop al jazz experimental), de la música indígena y del impresionismo (como las ideas de orquestación y armonización de Maurice Ravel).
Para poder tocar esta última música empezó a estudiar guitarra, comenzando por la guitarra clásica de 6 cuerdas. Después se pasó a la guitarra de 8 cuerdas, en 1973 y, luego, a la de 10 cuerdas.
Durante dos años experimentó con diferentes afinaciones y timbres (utilizando flautas indígenas, kalimbas, sho, voces, campanas, etc.). Es extremadamente experto tanto en el piano como en la guitarra. Su obra, además de abundante (ha grabado más de 60 discos), es polivalente y multidireccionada en varios frentes, con influencias del jazz, el rock, la música de películas, el bossa nova, el samba y la erudita, principalmente del romanticismo y modernismo, además de presentar elementos de la música india, indígenas y nordestinos (del nordeste brasileño). De igual forma sabe combinar las flautas de los indios xingú con una orquesta de cuerdas, música sintetizada y una batucada.
Ha grabado álbumes con algunos de los más grandes artistas internacionales tales como Jan Garbarek, Zeca Assumpção, Nando Carneiro, Charlie Haden, Jaques Morelenbaum, Hermeto Pascoal, Mauro Senise, Ralph Towner, Nené, Naná Vasconcelos, Colin Walcott e incluso con la Orquesta Sinfónica de Lituania.
[alert type=red ]Ficha: Egberto Gismonti. Fecha: 28 de agosto. Hora: 20.30. Lugar: Auditorio Ángel Bustelo. Entradas: $ 100. Venta: Boletería del Teatro Independencia (Chile y Espejo, Ciudad), de lunes a sábado de 9 a 13 y de 18 a 21. En caso de remanente, podrán adquirirse, el mismo 28, en la boletería del Auditorio Bustelo.[/alert]
Uno de los compositores más importantes del planeta llega a nuestra provincia para desplegar todo su talento.
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