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Preuniversitarios: estudiar en verano

No todos piensan en las vacaciones durante estos días de verano. Hay otros que se preparan para ingresar a la universidad. Para ellos, hay una propuesta muy original

Mientras algunos están volviendo de las vacaciones, otros apenas están empezando a planearlas. Algunos prevén una escapadita mientras que la mayoría se conforman con piletas propias o ajenas cuando el calor no da respiro. Mientras tanto, cientos de adolescentes mendocinos solo pueden pensar en ingresar a la facultad que sueñan, y su verano transcurre entre libros y apuntes.
Hace años que este sacrificio es necesario para quienes desean estudiar carreras como medicina, o derecho. En contrapartida a los preuniversitarios tradicionales en Mendoza nació Egg, un espacio que busca formar a los chicos no solo para entrar a la facultad sino para atravesar toda la carrera sin morir en el intento.
«Queremos acompañarlos a desarrollarse como estudiantes universitarios exitosos, no solo para rendir el examen y entrar, porque esos chicos después se enfrentan con la primera materia y no saben cómo abordarla», cuentan.
«Los chicos le tienen miedo a la autoridad, al profesor, tienen dudas y no preguntan. Los profesores tampoco son muy accesibles en las clases, y en las horas de consulta a veces tampoco. Desde acá buscamos que todo el grupo de profesores los anime a preguntar, y para eso usamos herramientas como la improvisación, las técnicas de relajación, de postura, para que rompan los miedos que tienen, a preguntar, a expresarse» explica Carolina Pérez Mora (29), directora de Egg, que significa «huevo» en inglés.
La idea de esta nueva perspectiva en educación está inspirada en la tesis de doctorado del esposo de Carolina y creador de Egg, Nacho Gómez Portillo, Doctor en Física e investigador del Conicet. «La tesis estudia la cooperación humana», cuenta Carolina. «Empieza a ver qué condiciones tienen que tener los grupos para desarrollarse. Por eso los chicos trabajan en grupo, si uno no entendió una cosa, la entendió el otro, entonces construyen juntos, y al construir no se olvidan los procesos, les queda grabado».


Además de las clases, Egg ofrece horas de estudio asistido, en las que los chicos pueden ir al pre a estudiar, solos o en grupo, y contar con tutores para que los ayuden (en algunos casos los tutores son otros estudiantes que ofician como becarios), y clases opcionales de improvisación, técnicas de relajación y posturales, a cargo de una kinesióloga, y yoga.  «Todos los chicos se prenden a las clases a pesar de que no son obligatorias» asegura Carolina.
Hay un nuevo concepto en educación, que busca reformular el rol del profesor, «él baja el contenido y después las cosas se procesan en grupo» y educar a los chicos para que se reconozcan como estudiantes integrales,  entendiendo los procesos del aprendizaje y sabiendo que animarse a preguntar es tan importante como relajarse y descansar correctamente.
Como un apoyo extra, durante la primera parte de este verano calurosísimo, Egg abre sus puertas completamente gratis para los chicos que se preparan para los ingresos 2016 de medicina e ingeniería, y ya se preparan para trabajar todo el año por los ingresos 2017. Más información: http://eggeducacion.com/.
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