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Evan González: Historias de un viaje sin fin

Se fue de Mendoza hace siete años para recorrer el mundo y encontró en Alemania su segundo hogar. Conversamos sobre las historias que comparte a diario en sus redes, entre ellas la inédita experiencia de sembrar corales en el mar.

De Mendoza al mundo. Evan (Evangelina) González cumplió el sueño de muchos: recorrer libremente los continentes y tener historias por contar. Políglota y con más de 28 mil suscriptores en su canal de Youtube, asegura que nunca frenará su viaje pero si hará paradas obligadas en Alemania, su segundo hogar.

La montaña, su familia y sus amigos hacen que extrañe Mendoza pero las aventuras, los aprendizajes, el amor, la libertad y sus proyectos la impulsan a seguir sumando kilómetros. Eva vive en la ciudad alemana de Wiesbaden con su novia italiana Lucia, quien también es protagonista de los relatos y fotos. 

Además de manejar dos restaurantes españoles, produce el contenido para sus videos, Youtube, su blog, Instagram (@alinfinitoo) y los podcastSu popularidad nació al contar sus secretos y las estrategias para vivir viajando, además de aconsejar sobre cómo perder el miedo a volar, cómo conseguir vuelos baratos, cómo aprender un idioma de forma rápida y hasta cómo enfrentarse a situaciones cotidianas para poder relacionarte mejor con los otros.

Con su ejemplo y experiencias ganó seguidores de acá, de allá y más allá. «Todo surgió para compartir con los mendocinos y ahora el público es argentino, mexicano, español, colombiano, venezolano… El apoyo es genial. Es una comunidad que se anima a ver todas las tonteras que hago (risas). Saber que les sirven o inspiran es lo que me importa».

Entre las tantas cosas que hizo, está la venta de ropa por catálogo, pintar casas, crear remeras con lavandina, ser moza, ser instructora de buceo y hasta subirse a un barco pesquero rumbo a Alaska. Todo registrado por sus cámaras y editado en su canal de Youtube.

La cuarentena la atrapó buceando en Indonesia donde además de ejercer como instructora sumó su granito de arena al cuidado ambiental: plató corales en el océano, ¡sí!. Una forma de contrarrestar y salvar lo que queda de este ecosistema es rehabilitar los arrecifes mediante la propagación del coral. Y eso fue lo que hizo: «El coral es una colonia de animalitos y para plantarlos hay que encontrar pedacitos rotos, nunca romper los que están sanos. A esos pedacitos hay que cortarlos en 20 o más colonias, pegarlos con un pegamento especial y colocarle un medicamento que se hace en Malasia. Esto permite que se propaguen».

Dada la pausa que la pandemia del coronavirus nos obligó a hacer, Evan está craneando nuevos contenidos para sus seguidores o «hijos del cielo», como los llama. Ya compartió sus experiencias de viaje y ahora sumó su día a día: «Quiero dedicarme más a bloguear, a mostrar qué hago durante el día, a compartir viajes cortos y las cosas raras que me toca vivir».

Estas anécdotas diarias las llama «Historias infinitas» y las sube a las stories de Instagram. Allí comparte desde una juntada con sus amigos en una casa, cómo arregla el control remoto de su skate eléctrica, muestra los paisajes que se encuentra en su camino al trabajo o gimnasio hasta las visitas sorpresas que le hace a Lucía en su horario laboral. Son relatos cortos y concisos, distintos a los que sube a Youtube, que tienen más desarrollo y mayores precisiones tecnológicas.

Encerrada en una isla salvaje

En este video Evan cuenta su experiencia varada en Komodo, una isla salavaje de Indonesia, justo cuando empezaba la cuarentena.

A estos canales de comunicación, incorporó recientemente el podcast «Historias de m!erd@», es decir, capítulos dedicados a relatos bizarros y escatológicos. «Con viajeros de todos lados hablamos de situaciones relacionadas con la materia fecal. Cuando estás de viaje las ganas de ir al baño te agarran en cualquier lado. Es un humor que no lastima a nadie, sencillo, humano». 

Evangelina es una amante de la naturaleza y de la montaña mendocina y desde pequeña tiene el sueño de escalar el Aconcagua. Y cuando uno sueña fuerte, las cosas suceden. En una charla con un amigo decidieron subir juntos, aunque el reto aún no tiene fecha. «Soy un poquito manija» dice entre risas porque vive sólo a 200 msnm y su entrenamiento para alcanzar la cumbre deberá ser potente.

El primer video de su entrenamiento ya está publicado y se la ve haciendo una caminata de 30 km, yendo al gym para ganar fuerza y contando su plan de viajar a los Alpes austríacos para probarse en altitud.

 Las elecciones de vida son cada vez más a favor de lo orgánico y sustentable que no daña lo que el Universo nos regala. «El ver los océanos llenos de plásticos y los corales muertos nos hizo hacer un click. Queremos ser parte del grupo de personas que aporta al medio ambiente. Ya demasiado daño producimos tomando tantos aviones».

Tras conocer culturas y realidades distintas, la mendocina de alma viajera y aventurera sostiene que en Argentina somos privilegiados al tener recursos naturales que en otros lugares son impensados: «Hay agua potable todos los días saliendo de la canilla. Hay tierra fértil en cualquier lado, además del avance en aspectos sociales. En Asia, por ejemplo, me dolió mucho ver a las mujeres sin voz ni voto», dice.

Al viaje de Evangelina le quedan muchos kilómetros por sumar y es que a su mapa del mundo todavía le faltan países por tachar. «Apenas se pueda quiero ir a Galápagos. Me queda Colombia, Ecuador, Venezuela… África, Oriente Medio, Rusia, China, Japón».

Como dijimos, sus mensajes e historias son infinitas, su curiosidad también, tanto que la entrevistada terminó entrevistando con preguntas a quien escribe y pactando un café para cuando vuelva a Mendoza de visita.

Fotos: Gentileza Evan González

 

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