Toni Puig, el catalán gurú del rediseño de las ciudades, que hizo de Barcelona uno de los grandes centros culturales y turísticos de Europa, viaja por el mundo impulsando el entusiasmo por el desarrollo y rediseño creativo de las ciudades. Con desenfado y mucho humor, habla de Mendoza, de sus potenciales y de sus desafíos.Toni pasó por nuestra ciudad para exponer en el seminario sobre urbanismo «Mendoza, hacia una Metrópolis» que organizó la Municipalidad de Mendoza. Vehemente, punzante y divertido, en diálogo con INMENDOZA.com, no tuvo reparos en decir que los argentinos somos sosos, que Mendoza intenta salir adelante pero no se destaca y que la Cordillera de Los Andes y la ecología deberían ser nuestro leit motiv para posicionarnos en el mundo.
–¿Qué tiene Mendoza que «quiere pero no puede»?
–En 1991 vine a Argentina por primera vez y me dijeron que la ciudad más interesante era Mendoza. Es una ciudad que siempre ha intentado ir adelante pero no sé qué pasa porque finalmente no se destaca.
–¿Y por qué no nos destacamos? ¿Es un problema de la sociedad, de nuestros gobernantes, de la idiosincracia menduca?
–En primer lugar, los ciudadanos eligen mal a sus gobernantes. No sé qué pasa en la Argentina que siempre se quejan y siguen votando a los mismos, creo que son un tanto sosos. Esta es la impotencia argentina, ¡póngase las pilas y tomen viagra! Necesitan un proyecto de gobierno para 15 años, no para 4 años, y un grupo de gente que lidere el proyecto hasta conseguirlo.
[divider]Contaminación cero[/divider]
–Según lo que has podido conocer de Mendoza, ¿cuál sería nuestro fuerte, sobre qué deberíamos asentarnos para potenciar la ciudad? ¿El vino?
–No, no, no, no me vengan con el vino, no se emborrachen antes de hora… (risas). Creo que deben plantearse trabajar en conjunto con las seis ciudades del entorno. Esto es clave porque, por ejemplo, muchos temas de transporte no se solucionan en forma individual. Hay que pensar un proyecto para las seis ciudades del área metropolitana. Segundo, un tema importante es que necesitan más igualdad; si no solucionan los temas de mayor igualdad, no van a solucionar los temas de violencia y si no solucionan los temas de violencia, nunca habrá ciudad, porque la ciudad funciona cuando tú puedes salir a la noche o en cualquier hora del día y no te pasa nada. La violencia es fruto de la desigualdad, no es fruto de la mala policía, que por supuesto debe ser buena. Ustedes deberían ser la primera ciudad de contaminación cero. Eso los colocaría no solo al frente de Sudamérica, sino del mundo.
–¿Y en cuanto a desarrollo tecnológico?
–Ese es el segundo punto que deben desarrollar, la investigación, ligada a los temas tecnológicos y de la industria, y el tercer punto es el desarrollo de la cultura. En las ciudades que son capitales estamos muy interesados por la cultura. Deberían tener centros culturales en todos los barrios de la ciudad y luego centros culturales temáticos. Fíjate, ¿qué hizo Medellín? Hizo bibliotecas en todos los barrios.
–¿A qué te referís en tus libros cuando hablas de «ética ciudadana»?
–Si los ciudadanos pensamos que todo lo tiene que hacer el gobierno y nos vamos a casa para que nos resuelvan todo, no eres un ciudadano, eres un parásito. Si los gobiernos están para robar son unos hijos de…., en ese sentido hablo de la ética ciudadana, en estar comprometido, en colaborar.
–Recién te referías a los ciudadanos argentinos como «sosos». ¿Qué crees que nos falta a los mendocinos?
–Es un problema argentino. Los argentinos deberían usar a los psiquiatras para el desarrollo de las ciudades. Aquí no se ha planificado a 15 o 20 años. Cada gobierno que viene hace sus cosas y se va, no se planifican las ciudades a la larga. Lo que digo, un problema argentino. Por ejemplo aquí deberían tener un tren rápido que uniera Mendoza-Buenos Aires. Deberían peatonalizar las ciudades y hacerle la guerra a los automóviles y a la contaminación. Pero claro, para todo eso se necesita planificación.
–¿Pero esto sucede solamente en Argentina o en las ciudades de Latinoamérica?
–En todas, por eso están como están. Sí logró una planificación Medellín, que va para adelante, también lo hizo Bogotá, Curitiba…
–¿Y Mar del Plata?En tu último libro, Marca Ciudad, decís que «navega hacia el futuro»?
–Mar del Plata es una catástrofe, es una ciudad de veraneo, nada más, ¿qué vas a hacer en invierno a Mar del plata? Suicidarte.
[divider]Un rediseño para Mendoza[/divider]
–Volviendo a Mendoza, ¿sobre qué icono deberíamos posicionarnos para un rediseño?
–La montaña y la ecología. Ustedes tienen a Los Andes, no es cualquier montañita ¿no? Sin embargo le dan la espalda a semejantes pedazos de Cordillera, no es algo que tengan muy presente. También el vino es un potencial pero deberían tener un Museo del Vino, por ejemplo…
–Estaba proyectado…
–Sí, sí, los argentinos tienen muchas y muy buenas ideas pero no sé qué sucede que no las ejecutan, son dignos de estudio psiquiátrico. Pero a pesar de todo tienen algo, vengo muy seguido a este país, es como una droga (risas), soy adicto a la Argentina.
–¿De Mendoza qué te ha gustado?
–Bueno el Malbec, por supuesto. También me gusta el Syrah. He recorrido todas las bodegas y restaurantes del Valle de Uco, encantado. Y una cosa que te puedo decir es que todas esas bodegas están atendidas por mujeres «divinas» como dicen ustedes. Las mujeres trabajan mientras sus maridos están de viaje haciendo no sé qué cosas. Por lo cual te puedo decir que el futuro y el desarrollo de Mendoza está en manos de las mujeres.