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Mirá quién habla: Flor de Bodegas

Esta vez, te mostramos el «lado B» de la comunicadora del vino que se convierte en tendencia cada vez que recomienda planes en bodegas. La danza es su pasión y se animó a ser la protagonista de una nueva producción exclusiva de Inmendoza.

Con más de 34.5 mil seguidores en Instagram, Flor de Bodegas se ha convertido en toda una experta a la hora de comunicar experiencias relacionadas al mundo del vino; le ayuda a las personas a planear su viaje por Mendoza. Pero… ¿Qué sucede cuando no hay redes sociales, mensajitos de whatsapp o compromisos laborales?

Allí es cuando Flor Dibattista se muestra más al natural que nunca, cuando disfruta estar de entrecasa, jugar con su hija Carmela de tres años e ir al gimnasio para desenchufar su mente por un rato.

La empresaria que está a punto de cumplir 31 años es Licenciada en Relaciones Institucionales, hizo comedia musical y ama la danza con toda su alma. A los 6 empezó a bailar y nunca más paró, ahora puso en pausa este hobbie pero, seguramente, muy pronto lo activará nuevamente. 

«Si no trabajara de esto y pudiera volver el tiempo atrás, sería bailarina profesional. Me encanta bailar, lo hice siempre, hasta que me quedé embarazada. Empecé con funky, clásico, jazz, todo», nos cuenta quien participó de varios actos centrales de la Vendimia y también de Vendimias Departamentales. 

¿Y si no pudieras retroceder el tiempo?

Si tuviera que empezar con algo ahora, no sé qué haría. Quizá retomar la carrera de periodismo, me fascinaba, me quedan dos años. 

Flor confiesa que ha emprendido en un montón de rubros, muchos de los cuales hoy vemos unificados en su perfil de las redes. Vendió ropa, tuvo su empresa de marketing digital, trabajó en eventos, en una agencia de viajes y en bodegas. Todo eso, lo vemos aplicado en su rol de influencer de la moda y del mundo enoturístico.

«Entré a trabajar a una bodega presentando un CV; mi papá me recomendaba a las bodegas del Valle de Uco que él tenía como clientes de su charcutería. Y mi primera experiencia fue en Clos de los Siete, haciendo visitas», recuerda.

Con el tiempo sintió la necesidad de irse de viaje y no lo dudó. Primero se fue varios meses con una amiga a Europa y allí encontró una manera de seguir recorriendo destinos sin gastar dinero. «Apliqué para hacer un voluntariado por un año por alrededor del mundo y en 2018 me eligieron. Estuve en Europa, Europa del Este, Asia, Latinoamérica y Sudamérica, con una parada en Mendoza. Éramos 10 personas de distintas partes, fue algo increíble». 

Tras un silencio breve, Flor se confesó: «Yo estoy todo el día buscando pasajes, mi hobbie es buscar pasajes para irme de viaje, aunque no los compre». De hecho, ya tiene su próximo viaje en mente: «Ya tenemos pasajes para mi cumple, para irnos a Punta Cana. Para no deprimirme me voy para allá (risas)».

¿Qué tipo de escapada hacés ahora?

Soy una viajera de alma. Suelo combinar placer con familia y trabajo; casi siempre sumamos turismo bodeguero y planes para hacer con Carme así no nos odia (risas). Me gusta mucho España y Argentina, me encanta; Salta, Villa La Angostura, San Martín de los Andes, Buenos Aires. 

A la hora de preguntarle por su cable a tierra, ella no dudó en decir que es su hija: «Cuando estoy media pasada, bajo a la tierra al ponerme a jugar con Carmela. Siempre quise ser una madre joven y ella es muy mágica, buena, alegre, compañera. Estoy muy feliz con la maternidad y agradezco poder tener mis tiempos y trabajar desde mi casa para poder estar con mi hija». 

«Es una futura influencer…», le comento y con una sonrisa en su rostro suma: «Le encantan las redes, me pide salir en historias y a la gente le gusta, es más divertida que yo (risas). Aunque no me gusta mezclar lo personal con lo laboral, cuando la subo a ella es en algún contexto relacionado a las bodegas».

¿Hay algo que no te gusta de tu trabajo?

Estar tanto tiempo con el teléfono en la mano, me gustaría controlarlo. Soy de responder rápido y de estar conectada todo el tiempo. Cuando lo dejo es la hora del almuerzo con Carmela y después de su siesta me enfoco en ella y en la familia.

Mendoza es uno de los lugares que Flor elige para criar a su hija y para desarrollarse profesionalmente aunque «una gran ciudad» puede convertirse en su sitio pasajero para vivir. «Mendoza es espectacular aunque para cambiar elegiría a algún lugar de España como Galicia, Sevilla o Madrid».

Al preguntarle cómo se ve en un futuro, ella no lo dudó y confió: «Trabajando mucho con Flor de Bodegas, nació como un proyecto pasajero casi sin rumbo y hoy está firme, es una empresa familiar que la hacemos con Luciano, mi novio». 

Y hablando de futuro, la emprendedora recordó que su abuela se lo «adivinaba» cuando era más chica. «Era astróloga y me encantaba ir a su casa, viste que antes decían que te predecían el futuro», en la actualidad tiene ese recuerdo aferrado a su corazón y desde hace un tiempo se volvió a conectar con herramientas de sanación y crecimiento al ir a terapias y diferentes y al hacer reiki. 

Ping Pong de preguntas a Flor de Bodega
¿Cocteles, cerveza o vino?

Tomo mucho vino y me gusta mucho la cerveza; cocteles no tomo mucho pero cuando se da la ocasión, pido un gin tonic clásico. 

¿Varietal preferido? 

El Pinot Noir en tintos y en uvas blancas, Semillón y Chardonnay

¿Un maridaje? 

Pastas o comida asiática con vino blanco. Patai o baos de Pez Globo. Igual siento que tomar vino es muy de situaciones, de momentos y no tanto de combinarlo con la comida. Es un muy buen compañero de charla.

¿Series o películas? 

Veo muchas series españolas, me gustan los dramas. Estaba con La Chica de Nieve.

¿Música sí o no?

Si, escucho de todo, soy bastante latina para eso y generalmente suena todo variado en mi casa.

¿Una canción para un viaje en auto?

«Better Together», de Jack Johnson.

¿Color preferido?

El blanco, me transmite paz.

¿Libro para leer en un aeropuerto?

«La bailarina de Auschwitz», de Edith Eger. El último que leí es «Véndele a la mente, no a la gente», de Jürgen Klaric.

Flor es auténtica e irradia simpatía por dónde camina. Abrió su vida privada sin problemas y nos mostró un lado desconocido por todos. Posó ante nuestra cámara y nos regaló las mejores miradas desafiantes y de mujer empoderada. Una mujer que levantó una empresa, que es madre y que le aconseja a sus pares no rendirse y emprender cada vez que así lo deseen.

Producción Mirá Quién Habla 

Nota: Romina Scatolón

Fotos: Agustina Agost

Video: Rocío Carloni

Dirección de arte: Paulina Gervasi

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